Me pasó ayer jugando basket, ayer. Justo cuando me estaba reintegrando al equipo de basket de la U, justo conchesumadre. Probablemente sea lo que más me dolió.
Fue un mal salto, y el dolor me consumió, perdí la cordura en ese momento, fue terrible. De hecho pensé que tenia el hueso expuesto. Nunca había sentido tal dolor y eso que he tenido varios esguinces. Yo sentí como el tobillo por menos de un segundo era una goma, se dobló de tal manera hueón, uff.
Pero es verdad que yo aguanto bien los esguinces, dije que he tenido varios. Cuando caí tenía tanto miedo de sacarme la zapatilla y ver el hueso, menos mal no fue así, pero el tobillo creció al menos tres veces su tamaño de inmediato.
Con ayuda de los amiguitos con los que jugaba partí de inmediato a la posta. He insisto, nunca he sufrido tanto por un esguince. Y el viaje se me hizo eterno, y eso que me queda prácticamente al lado el Carlos Van Buren. Cada vez que el vehículo pasaba por un bache el dolor se multiplicaba. Al llegar al hospital me senté en una silla de ruedas, pero no tenía idea de cómo poner la pierna para que cesara el dolor, la incomodidad, la ansiedad.
Mi tobillo era enorme en ese momento y la gente lo notaba. La atención demoraba, hasta que una weona de mierda me atendió. No sé si estaba chata de la pega o era así de mierda, pero delicadeza nada. Luego de eso tuve que esperar de nuevo, y fue durante esa espera que descubrí como poner mi pierna para acomodarme. Enseguida llegó la atención, la espera, las radiografías, la espera y para la casa. Fueron 2 horas y media en el hospital.
Diagnóstico, Esguince del tobillo y pequeña fractura, pero pequeña, menos mal. Todo esto justo cuando volvería a entrenar y jugar basket, cuando ya tenía zapatillas nuevas. Bueno, al menos no fue tan grave. Ahora solo me queda descansar y recuperarme.
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