Mi relación con Street Fighter es de devoción. Son pocas las sagas que me vuelan la mente, y de las pocas que son, Street Fighter lleva lejos el primer lugar. Y no pretendo hacer un largo tributo, ni contar la historia del juego, sólo lo que siento.
Para mi -y no lo contaré despectivamente y desvalorizando las nuevas generaciones- todo comenzó en los arcades cuando era un chico de no más de doce años, cuando después de clases conseguía unas cuantas monedas y corría a jugar Champion Edition. No sé por qué me obsesionó desde tan temprana edad ese juego, había mucho para escoger, además ni siquiera era bueno, no lo entiendo.
Casi al mismo tiempo, poco despues tuve el Super Street Fighter II para SNES, bastante que jugaba, pero tampoco era bueno, no sé por qué lo escogí.
Más adolescente y ya conociendo las siguientes generaciones tuve el Alpha 3. Tampoco era bueno. Mas sólo jugaba una y otra vez.
Casi diez años después de tener Alpha 3 que comencé a jugarlo con seriedad, me hice cada vez mejor, comencé a enfrentar rivales en internet, perdí y mejoraba aun más. Recién ahí me di cuenta que no jugaba Street Fighter sólo por ser mejor, sino que lo llevaba adentro, todo lo que involucra a Street Fighter me motiva.
Felices 25 años Street Fighter.
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